Los Nuevos Diez Mandamientos (El Cuento de la Criada)

1.- Nombrarás El Cuento de de la Criada en los debates sobre grandes distopías.

1984, Un Mundo Feliz y Fahrenheit 451. Los tres títulos que siempre están presentes en los debates sobre grandes distopías. Ya es hora de añadir nuevos títulos a esa disputa injustamente gobernada por un tripartito que aunque son dignos de elogio, no merecen ensombrecer otros grandes trabajos del género. Y entre esos trabajos está, obviamente, la genial obra de Atwood.

2.- Te tomarás en serio las advertencias de la novela.

Una buena distopía no puede fallar en dos aspectos clave: a) la inmersión del lector en el ficticio contexto que plantea y b) ser una lectura que ofrezca herramientas y reflexiones para que nuestra visión de la realidad que nos rodea sea más crítica y aguda.

El Cuento de la Criada es un relato terrorífico sobre una sociedad totalitaria donde muchas mujeres han sido reducidas a recipientes de nueva vida.

En primera instancia puede sonar utópico e inverosímil, pero gracias a las palabras y reflexiones de Atwood, la novela acaba siendo un inquietante presagio que nos invita a una introspección crítica sobre el trato hacia la mujer, la opresión a las clases más bajas, el patriarcado y el machismo siempre presente.

3.- No reducirás la obra a un discurso feminista.

Espero que no se malinterprete este mandamiento. La obra funciona a la perfección como ejercicio de reflexión sobre las amenazas de una sociedad donde la figura autoritaria y dominante del hombre predomina en toda entidad.

Pero hasta la propia Atwood muestra cierta reticencia a la hora de etiquetar la obra como «novela feminista» en la introducción de la reedición de Salamandra. En ella aclara que El Cuento de la Criada es un libro donde las mujeres son seres humanos -con toda la variedad de personalidades y comportamientos que eso implica- y que además éstas son interesantes, complejas e importantes. Así, lo que les ocurre a esas mujeres es crucial en la estructura y trama del relato. Por ello, se podría decir que hay feminismo en el trato, caracterización y construcción de los personajes femeninos, pero la novela NO es un planfleto.

Resumiendo… que el feminismo de la novela reside en un retrato real de la mujer; alejándose de ese tristemente frecuente ostracismo de su figura a simple objeto decorativo o a prescindible recurso narrativo.

Lo he comentado en varias ocasiones: no soy amigo de las etiquetas, ya que en ocasiones suelen rebajar los méritos totales de una obra. Y parte de ese peligro es por culpa de gente de nulo talento que se suma a una corriente ideológica, política… con la única intención de vendernos una voz insulsa como discurso interesante, valiente y necesario. El Cuento de la Criada es mucho más que todo eso.

4.- No consentirás que los demás reduzcan la obra a un discurso feminista.

Por todo lo expuesto en los párrafos anteriores, tenemos el deber de definir el libro, ante todo, como una gran novela. Una obra literaria merecedora de codearse entre los grandes del género. Y que después venga el debate de ideas.

Y sí, lo que cuenta es brillante, ingenioso e invita a la reflexión sobre muchas concepciones y actitudes que persisten contra la mujer… pero no olvidemos que cómo se nos presenta todo eso también es importante a la hora de valorar la obra; y Atwood muestra un gran talento literario.

5.- Honrarás a Margaret Atwood.

No se puede permitir que Margaret Atwood termine siendo «esa escritora que escribió el libro en el que se basa una serie muy buena». Como comenté hace casi dos años, Atwood posee una prolífica trayectoria literaria repleta de poesía, novela, crítica, ensayo, etc. Sería una injusticia enorme que esta obra ensombreciera a su autora.

Y si no, preguntadle a Eibi82.

6.- Abrirás la mente para analizar el planteamiento completo de la obra.

Una de las virtudes de El cuento de la Criada es su trasfondo ideológico, que no se limita al planteamiento de una sociedad machista llevada al extremo. En Gilead se entreve también una educación concebida para desmantelar la conciencia individual, un régimen totalitario que atenta contra nuestras libertades más básicas, un uso inapropiado de la religión para tener patente de corso a la hora de realizar atrocidades, la destrucción del medio ambiente y sus fatales consecuencias… Es una obra muy rica y aunque no todas las ideas tengan la misma presencia, no podemos obviar que están ahí.

7.- Serás dueña de tu cuerpo.

En la distopía de Atwood hay muchos aspectos (el rol de las mujeres, su función social, la sumisión hacia el hombre…) intencionadamente exagerados para causar impacto en el lector.

Pero fuera de la ficción, en la triste realidad del siglo XXI, El cuerpo de la mujer sigue siendo una posesión. Un objeto. Un producto. No hay más que ver como se la sigue culpando en casos tan extremos como una violación.

O la maternidad, por poner otro ejemplo, la cual sigue siendo un debate donde la opinión de la mujer no es la voz cantante. El control de natalidad, el aborto, la decisión de ser madre o no, los embarazos por violación… son temas que siguen abriendo polémicas discusiones… y el veredicto del hombre es el que importa.

La magnífica serie Bojack Horseman (Netflix) tiene una grandiosa escena donde se mofa de lo absurdo que resulta todo esto:

8.- Buscarás unión en tu rebelión.

Uno de los mensajes en la obra de Atwood es que por muy hippie que nos suene, es cierto: la unión hace la fuerza. Sin profundizar demasiado en la trama para evitar spoilers, en El cuento de la Criada, queda claro que la rebelión individual fracasa ante un régimen totalitario con un poder colectivo avasallador.

9.- Nombrarás a la protagonista como Offred, a pesar de haber leído una edición traducida. 

Entiendo la traducción española del nombre de la protagonista, la cual pasa a llamarse Defred. Tengamos en cuenta que tal decisión es una forma más de simbolizar la posesión del hombre sobre la mujer, llamando a éstas según su dueño: of-Fred (de-Fred). Aún así, el nombre inglés contiene un juego de palabras extra, al sonar su nombre como offered (la ofrecida) lo que hace que el nombre original sea superior.

10.- «Nolite te bastardes carborundorum».

screen shot 2017-02-09 at 50216 pm 1Handmaid’s Tale (Hulu, 2017).

15 Comments

  1. Bueno bueno bueno, menudo decálogo!!! Me ha gustado mucho el planteamiento tan original que le has dado al review de El Cuento de la criada.
    Estoy de acuerdo en casi todo, Margaret Atwood es una escritora con mayúsculas y su calidad es indiscutible y como bien dices merece el puesto entre los grandes distópicos de la Literatura.
    También me ha gustado que le des importancia a esa «unión hace la fuerza», la sororidad es importantísima para empatizar, avanzar y defendernos, el mundo en general se ha encargado, durante mucho tiempo, de enfrentarnos a las mujeres para evitar esos logros, creo que es hora de que vaya cambiando el asunto.

    En los únicos puntos que discrepo es el 3 y el 4. He oído muchas veces a Margaret decir que sus novelas no son feministas, pero luego acaba añadiendo otras coletillas que dejan la idea en el aire jugando un poco con el lector (en el caso de sus libros) y la persona que la entrevista, así que tiendo a pensar que tal vez no sea tan categórica en este asunto como quiere aparentar (En «La Maldición de Eva» habla sobre ello).
    El feminismo no es un panfleto, ni mucho menos una etiqueta. El feminismo es parte de la identidad de las mujeres (aunque algunas se nieguen a verlo o les interese más mirar hacia otro lado que defender sus Derechos).
    Desgraciadamente a lo largo de la Historia, se ha manipulado el término para que quede reducido a un mero «-ismo» y de esta forma ridiculizar el movimiento, porque debe de joder bastante que las mujeres tengamos derechos, capacidad de decisión y libertad para llevar nuestra vida como nos venga en gana.
    Para mí no hay nada de malo en decir «soy feminista», yo lo soy y no me avergüenzo en absoluto, faltaría más, puedo votar, estudiar, trabajar y decidir qué quiero hacer con mi vida, gracias a las mujeres que lucharon con uñas y dientes para gritar al mundo que también eran personas y no ciudadanas de segunda.
    Y por supuesto sigue siendo necesario el feminismo, porque como bien dices, aún hoy siglo XXI las mujeres se nos sigue culpando cuando nos violan, nos acosan, nos pegan y nos matan.
    Para mí, rechazar el feminismo sería igual que si los negros le hubieran dicho a Martin Luther King o Rosa Parks que no querían Derechos Civiles.
    En fin, que la mayoría de ese menosprecio hacia el movimiento, que recordemos nunca ha matado a nadie y lo único que ha hecho ha sido ampliar Derechos, no recortarlos, viene por desconocimiento …si se leyera y enseñara más sobre el tema, probablemente muchos de los problemas que aún hoy persisten no existirían o como mínimo se haría algo al respecto (insisto nos siguen matando y no pasa nada)
    Y ya termino, porque este comentario está quedando tremendamente largo! Me ha gustado mucho tu enfoque, que me encanta el debate que se puede crear a partir de tu entrada y que ojalá más personas pensaran como tú y reflexionaran así de bien sobre las lecturas.
    Un besote!! y Gracias por la mención 😀
    PD: Perdona por el tocho comentario jijiji me he venido arriba

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    1. Buenas Eibi,

      No te disculpes por la longitud de tu comentario, no sabes la alegría que me da ver que una entrada mía de pie a un debate tan interesante.

      Los mandamientos 3 y 4 no niegan el carácter feminista de la novela (o no lo pretendía al menos); sino que no me gustaría que se redujese a eso. Está ahí, es parte fundamental de la identidad de la novela y sería una estupidez negarlo o restarle valor. Pero creo que también sería injusto que el discurso feminista de la obra monopolizara el talento literario que esconde o el trato de otros temas.

      Por supuesto que el feminismo no es una etiqueta o un panfleto, pero los panfletos feministas existen. Y deben existir, que no se me malinterprete; pero El Cuento de la Criada no lo es (o yo no lo interpreto de esa forma al menos). Es una gran novela de carácter feminista, con un tratamiento exquisito de los peligros de una sociedad machista y totalitaria con una construcción de personajes femeninos que respeta algo tan básico como que las mujeres sois seres humanos.

      Y sobre lo del término «etiqueta», mi opinión es que en estos tiempos de capitalismo salvaje TODO se mercantiliza. Y cuando digo todo, no hablo de objetos, hablo de personas e ideas. Todo es producto, y por lo tanto, todo está en venta. Y ése es un peligro que toda corriente ideológica debe cuidar porque está ahí. ¿Es el feminismo realmente una etiqueta? No. ¿Se utiliza el feminismo como etiqueta para vender? Sí.

      Y comparto completamente tu visión del feminismo. Ahora sí, (no te lleves las manos a la cabeza hasta terminar de leer el siguiente párrafo, por favor) en la práctica yo creo que todavía soy una persona machista.

      Soy feminista en un sentido teórico y de consciencia. Es decir, comprendo la necesidad del movimiento y lo defiendo completamente. Pero el machismo es algo que lleva tanto tiempo entre nosotros que inconscientemente sé que en ocasiones he pecado de machismo; en pensamiento y práctica. El machismo es mucho más complejo que pegar a la mujer cuando te enfadas (eso ya es un extremo y una expresión del machismo muy visual y explícita para la sociedad). Pero hay detalles que se nos escapan. Ideas que llegan y se quedan, prejuicios, actitudes… y es muy difícil darle la vuelta a todo eso. De ahí la necesidad del feminismo, creo yo.

      También diré a mi favor que considerarme una persona machista, pero consciente de ello y con ánimo de cambiarlo es mucho más enriquecedor que esas personas que a las primeras de cambio se definen como feministas y no dan un paso más allá. En mi opinión, el primer paso es reconocer el machismo presente en todos y todas. De ahí nos reharemos y por consecuencia nos redefiniremos.

      Espero haberme explicado bien, si crees que estoy equivocado en algo te agradecería que me lo dijeses sin tapujos, y así poder darle un poco a la cabeza.

      Como viene siendo habitual, ha sido todo un placer conversar contigo.

      ¡Un besazo!

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      1. Hola John! ^_^
        Primero de todo, estaba un poquito preocupada porque pensaba que igual te habías tomado a mal el comentario anterior, de hecho no me refería a tí, hablaba más por el pensamiento generalizado que hay entorno a esas ideas falsas sobre el movimiento feminista…
        Segundo, me ha gustado mucho tu aclaración y te comento por puntos (me encanta el debate que lo sepas!)
        En cuanto al primer punto: entiendo lo que quieres decir cuando hablas de «monopolizar la obra» como si no hubiera más lecturas a parte de la feminista. Aunque así fuera, es decir, no creo que la obra y el talento Margaret Atwood quedara eclipsado por el discurso feminista, sólo claro si la gente que mira la obra tiene algún prejuicio contra el movimiento. Es cierto que habla de muchas más cosas pero creo que quedan bien reflejadas, el problema es que impacta mucho más lo que ocurre con las mujeres de Gilead, porque precisamente son personas y empatizamos con ellas, obviamente.

        Estoy de acuerdo contigo que los panfletos existen en todos los ámbitos, pero hay que conocer también qué dice el panfleto porque a lo mejor se identifica con feminismo algo que no lo es. En cualquier caso, estoy de acuerdo con ese punto, solo añadiría una cosilla, las mujeres somos seres humanos sí, pero ante todo mujeres y como tal se nos debe visibilizar y la única manera que tener identidad propia es nombrarnos como tales, al menos hasta que tengamos los mismos derechos y el mismo respeto.

        Suscribo totalmente el punto tres, todo se mercantiliza: y de hecho ahora hay un boom de empresas por ejemplo, que se suben al carro del feminismo porque vende y luego la mayoría de las que se ponen una camiseta «I’m feminist» no han leído nada de nada sobre el tema…así pasa que luego se van a promocionar series (véase las chicas del cable) y dicen burradas como las que han dicho aquí recomendaría, menos merchandising y más libros.

        Y para terminar, me parece admirable que aunque defiendes el movimiento y creas en él, reconozcas que también tienes partes machistas..es normal, las tengo hasta yo! Pero es que crecemos con esas ideas y aún queda mucho por trabajarlas para no caer en esos mismos comportamientos… el golpe o el asesinato es la punta del iceberg del machismo, pero ahí se llega dando pasos previos y mucho más sutiles como el control «por amor», los celos «por amor» , «el amor todo lo puede», el «aguanta mujer que está nervioso o estresado»… cosas peores he visto, créeme y en gente demasiado joven. Esto es un problema que se soluciona con educación y formación y trabajando mucho las ideas adquiridas….

        Te has explicado perfectamente !!jejeje ^^ Muchísimas gracias por tus palabras! 🙂
        Un besazo!

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  2. Desde luego, original sí que te ha quedado la reseña. Leí el libro el año pasado y me pareció una lectura magnífica y brutal. Lo leí en español así que no me dio por reparar en el juego de palabras al que puede dar lugar el nombre original de la protagonista. Iba a añadir algo sobre si considerarla o no una novela feminista (que está claro que lo es pero pienso al igual que tú que muchas veces las etiquetas hacen más mal que bien), pero después de leer tu debate con eibi82 poco me queda por añadir. Es lo bueno de las lecturas que hacen pensar, que generan debates enriquecedores. Todos (y en el todos incluyo también el todas) somos machistas en mayor o menor grado y, precisamente por ello, todos deberíamos ser feministas.
    Saludos

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    1. Muchas gracias, Lorena.

      Desde luego, los libros que invitan a la introspección tienen mucho ganado, es síntoma de grandes ideas. Y si además invita al debate, mejor; que no hay mejor forma de aprendizaje. Un buen debate te obliga a escuchar ideas ajenas y a justificar las propias, toda una experiencia.

      «Todos deberíamos ser feministas» es una buena frase, ya que implica el hecho de que aún no lo somos.

      Un beso.

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  3. ¡Hola!

    Estoy leyendo actualmente ‘El cuento de la criada’, de momento llevo muy poco pero estoy en un momento en que necesito leer más y más. Lo estoy leyendo en inglés por lo que voy muy lenta, pero tengo que reconocer que estoy disfrutando muchísimo la lectura en el idioma original, espero no perderme nada por el camino.

    En cuanto al primer mandamiento, tengo que reconocer que aún no he leído ninguno de los tres pero coincido en que se tendría que nombrar más títulos. No discuto que sean buenos, pero es mejor ampliar el abanico. En cuanto a las etiquetas, coincido también contigo, no me gustan las etiquetas. Y me gusta mucho lo que dices, «El cuento de la criada es mucho más que todo eso».
    El quinto mandamiento, me encanta, es más, ya tengo fichados otros títulos de la autora en la biblioteca, y eso que aún no terminé de leer ‘El cuento de la criada’. El que más me apetece es ‘El año del diluvio’, me atrae muchísimo, la verdad.
    El séptimo mandamiento me parece muy, pero que muy, importante. Es increíble que el siglo que estamos se siga cuestionando cómo cada persona utiliza su cuerpo, como se viste o deja de vestir. Y un tema que a mi personalmente me toca mucho la fibra es el tema de ser madre, el que te estén preguntando continuamente para cuando o cuestionando tus decisiones. Este mandamiento daría para hablar largo y tendido, es un tema que me enciende, la verdad.
    El noveno mandamiento a mi no me influye, no sabía que habían traducido/cambiado el nombre de Offred. Es algo que no suelo entender, el porqué hay que traducir un nombre propio.

    Me ha encantado tu entrada, pero bueno, no es nada nuevo. Es ver que has actualizado el blog y saber que voy a disfrutar de lo que voy a leer.
    Un beso

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    1. ¡Qué casualidad!

      Ya nos contarás tus impresiones finales una vez termines la novela. Esperaré expectante.

      Lo de los mandamientos era más que nada por aportar un formato diferente para hablar sobre una obra de la que está hablando todo el mundo. Quería hablar de «El cuento de la criada» pero no quería ser otra opinión más diciendo lo excelente que es la novela y creí que sería una buena opción cambiar el formato de la reseña y hablar de temas que abren debates muy interesantes (gracias a vosotras).

      Muchas gracias por tus palabras, leer cosas así es la energía que necesito para sacarle tiempo al blog.

      ¡Un besazo Isa!

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  4. Hola! Soy nueva por aquí. Leo tus mandamientos y faltaría uno: No dejar a medias El Cuento de la Criada así sea una patada en los ovarios. Mea Culpa. Lo dejé a medias por que la tablet me hacia la vida imposible y no conseguía alguna edición en físico. Es una lectura difícil, eso sí. Espero retomarlo pronto para tener una idea más clara. Aún así estoy casi de acuerdo con todo lo que expones. Salvo lo de no caer en etiquetas de feminismo. Si eso no es feminismo entonces¿qué? Bueno, Eibi lo explica bien y concuerdo con ella. En fin, te mando un abrazo 😉

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    1. Buenas tardes,

      Muchas gracias por tomarte la molestia de pasar por aquí. Yo que tú, aprovechaba la reedición de Salamandra para enmendar ese undécimo pecado tuyo, jaja.

      Sobre la etiqueta del feminismo, es algo que se debatiría mejor en persona porque no me gustaría que mis palabras llevaran a equívocos pero allá vamos… no reniego el carácter feminista de la obra, sino que expongo mi temor a que se redujera a eso. Y El cuento de la criada es feminista… y muchas más cosas.

      En cualquier caso, estamos de acuerdo en que Eibi ha tratado el tema de forma excelente, por lo que no creo que en el fondo tengamos nada que debatir.

      ¡Otro abrazo para ti!

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  5. Sí, es cierto, el temor de cualquier autora que se precie es que la lectura de su obra se reduzca a una etiqueta, por muy efectiva que sea de cara a la venta -y lo del feminismo ahora se usa mucho, para bien, o para mal-. Pero el feminismo cruza por toda la obra de Margaret Atwood, aunque toda su obra va también más allá. No obstante veo por la líneas cruzadas entre tus lectoras y tú que lo tenéis claro. En cuanto a lo de Offred, tienes toda la razón, es un matiz sutil e importante. Subscribo estos 10 mandamientos. Un saludo.

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    1. Es lo malo de estos tiempos, que cualquier corriente ideológica, reivindicación o movimiento social corre el peligro de verse como «producto» a ojos ajenos.

      Pero como bien dices, resultaría estúpido poner en duda a estas alturas las intenciones de Atwood con esta obra o incluso su feminismo.

      Lo de Offred parece un simple detalle, pero es un juego de palabras con un trasfondo inquietante que enriquece mucho el contexto de la obra.

      Mil gracias por pasarte.

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