canción dulce – leila slimani

“Nos sentimos en soledad estando con niños. A ellos les da igual los contornos de nuestro mundo. Intuyen su dureza, su negrura, pero no quieren enterarse”.

Segunda incursión en la literatura de Slimani después de haberme sorprendido gratamente con “En el jardín del ogro” y una vez más he caído preso en la inquietante propuesta de la autora, que continúa narrándonos los porqués de lo que en primera instancia nos parece inconcebible. La novela arranca con el asesinato de dos niños por parte de su niñera, pero que este arranque de thriller no nos confunda, Slimani no dedica su talento al qué ni al cómo, sino a las indagaciones psicológicas de sus personajes, navegando en ese mar de ambigüedades que es el ser humano, dueño de emotivas ternuras y atrocidades espeluznantes.

La novela mantiene el suspense gracias al firme pulso de la autora, quien relega la curiosidad de quien lee en ese afán de comprensión de la tragedia y no tanto en el saber lo que ocurrirá, ya que ese hecho se nos revela en la primera frase de la obra, la cual arranca de una forma escalofriante: “El bebé ha muerto”. Y desde una situación tan extrema y perturbadora se nos presenta una novela que reflexiona sobre la concepción de los cuidados, la vulnerabilidad, la maternidad y la condición de clase.

El estilo de Slimani es incisivo, frío, seco y directo. Las primeras páginas, en las que ya todo queda expuesto, son el mejor ejemplo de ello; y a partir de allí un narrador omnisciente nos hará retroceder para presentarnos a una joven pareja que discute sobre contratar o no a una niñera debido a los deseos de la madre de volver a incorporarse al mundo laboral.

Y sí, la autora ya nos ha relatado quienes son las víctimas y quien el verdugo, pero el relato nos atrapa por la escrupulosa exploración de esa fuerza impulsora que pueda explicarnos las razones que llevan a alguien a ser capaz de cometer un acto semejante.

Porque Louise se nos presenta como la niñera perfecta: atenta, cuidadosa e implicada, y los niños no tardan en encariñarse de ella. Estremece ver como va conquistando el corazón de casa personaje, ya que sabemos cómo terminará todo. Para quienes somos conocedores del drama, todo este proceso repleto de trampas e interdependencias emocionales pronto se convierte en un inquietante e hipnótico cuento de terror.

Leila Slimani es una escritora muy admirada en Francia y precisamente con esta novela fue consagrada con el prestigioso Premio Gouncourt… llevo dos novelas y no tengo motivos para decir nada en contra de tanto reconocimiento. La inteligencia y sutileza de Slimani para hablar con tanta sencillez de las complejidades del desarraigo y la identidad, el amor y la soledad, los prejuicios y las culpas… bien merece un rincón especial en toda estantería.

“Ha agotado toda la ternura que contenía su corazón, sus manos ya no tienen nada que rozar”.

Editorial: Cabaret Voltaire
Páginas: 278
Traducción: Malika Embarek López

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.