La Vegetariana – Han Kang (#LeoAutorasOct)

«He tenido un sueño.»

Hay libros que te invitan con tal insistencia a que los compartas con otros lectores que dicha acción se siente como una prolongación de la lectura misma. Hablar de ella, saber lo que otros lectores opinan de ella, es casi una necesidad.

No me ha frenado lo que en otras ocasiones sí lo ha hecho: La Vegetariana es un libro muy recomendado, que ha funcionado en gran parte por el boca a boca de los lectores, tiene reseñas variopintas, estupendas muchas de ellas y además firmadas por blogueras que admiro y respeto.

Quiero creer que no hay snobismo en ello, sino nulas ganas de repetir ideas que otras personas ya han compartido de forma excelente. ¿Por qué hablar sobre una obra cuando muchos lectores ya han expresado todo lo que se puede decir de ella? No creo que evite obras por diferenciarme, sino por evitar hablar mucho y no decir nada nuevo.

Pero creo que los temas que esta obra pone sobre la mesa y las preguntas que incita son tan variadas (e inabarcables de algún modo) que es de esas novelas a las que nunca les va a “sobrar” una opinión. Además, reseñarla me va a servir para organizar muchas de las ideas que las noto aún por formarse del todo.

La primera pequeña victoria de la novela es su título, un título que llama la atención y que pongo la mano en el fuego que ha llevado a equívocos a más de un lector. Hasta me atrevería a decir que algún vegetariano ha caído en sus redes por el inestimable poder social de la pertenencia a un grupo y el correspondiente refuerzo de identidad que ello implica.

Porque la novela no trata sobre el veganismo, aunque sí recurre a esa “rebeldía ante las convenciones sociales” para tratar temas mucho más complejos y polémicos: el patriarcado, las enfermedades mentales o la implícita violencia del ser humano, por poner unos pocos ejemplos.

La novela está dividida en tres partes muy diferenciadas no solo por el tiempo transcurrido, sino también porque la voz narradora es de un personaje diferente en cada una de ellas.

Han Kang acierta en este caso a la hora de desposeer a Yeonghye de voz propia, la protagonista, reduciéndola a objeto de observación incluso para el lector, quien desde fuera juzgará la incomprensión y la aversión que despierta en su gente cercana, haciendo que nuestra imaginación sea el vehículo hacia la lástima y compasión que nos despierta, y no su voz o lamentos, inexistentes en el universo de ficción de la novela.

La primera parte de la novela la narra su abominable marido, y arranca con las siguientes palabras:

Antes de que mi mujer se hiciera vegetariana, nunca pensé que fuera una persona especial. […] Si me casé con ella fue porque, así como parecía no tener ningún atractivo especial, tampoco parecía tener ningún defecto en particular. […] Nunca he pretendido más de lo que creo merecer […].

En la primera parte se nos presenta el cambio de Yeonghye a ojos de su marido, un hombre despreciable y repulsivo, quien muestra su peor versión una vez su mujer deja de ser “la mujer más corriente del mundo”.

En el primer tercio de la novela viviremos situaciones muy incómodas y seremos testigos de cómo todo lo que rodea a la protagonista se empieza a desmoronar por la aparentemente inofensiva decisión de no continuar comiendo carne; decisión que toma después de un horrible sueño.

De estas páginas, destaco dos escenas en las que no profundizaré demasiado. En una se nos relata un tema algo tabú como lo es la violación dentro del matrimonio, (una tipo de violación con la que –estúpidamente- somos mucho más permisivos) y otra donde el padre de Yeonghye obliga de forma violenta a que ésta engulla carne.

En la segunda parte, probablemente la más extraña, erótica, imaginativa, sensorial y simbólica, se pasa el relevo de la narración al cuñado de Yeonghye, un artista con una chocante obsesión que desencadenará acciones y decisiones que irán enriqueciendo esa perenne atmósfera de tensión, imprevisibilidad y desasosiego.

Creo que la mayoría de los lectores estaremos de acuerdo en que el punto álgido de esta parte está en una escena con dos elementos que despiertan todos nuestros sentidos: la piel y las flores pintadas. Sin duda, mi parte favorita de toda la novela, por evocadora, contradictoria y desafiante.

La última parte, también interesante, es quizás el único pero que le saco a la novela, ya que no me convence del todo la resolución de Kang, la cual considero algo vaga.

Aún así, en esta parte se pueden seguir extrayendo ideas y debates interesantes. Por ejemplo se recupera el tema del patriarcado gracias a las reflexiones de la hermana, que sin vivir situaciones tan visiblemente extremas como Yeonghye, también llega a la conclusión de que en el fondo es una víctima más de un mundo gobernado por hombres. La perspectiva femenina de la tercera parte potencia la denuncia feminista de la novela.

“¿Y por qué no puedo morirme?”

En cuanto a la escritura, La Vegetariana es un libro muy físico. Seco. Frío. Kang se vale de una prosa serena, incluso distante y apática, haciendo que la rabia del lector sea aun más intensa, ya que lo deja sin nadie con quien compartir su ira. No hay ninguna voz que escolte los sentimientos que despierta la narración.

Cada línea es un golpe debido a los duros temas que pone en relieve. Temas que curiosamente jamás se les pone nombre, mostrando así la excesiva permisividad de la violencia en el universo de Kang. Se habla de todo tipo de violencia, pero son violencias innominadas. Están, pero no existen.

Las violaciones son tratadas como sexo de dudoso consentimiento, el desprecio de los maridos por sus mujeres es abominable a ojos del lector, pero la voz de los narradores relatan las desgracias con tal naturalidad, que la lectura llega a resultar incomodísima. No hay una voz denunciante, y por lo tanto, no hay espacio para el desahogo.

Además, la violencia estalla de la nada, dejando al lector totalmente indefenso, ya que no tiene tiempo para protegerse al ser incapaz de intuir las catástrofes.

La Vegetariana es una pequeña caja clautrofóbica que encierra al lector y Han Kang ni siquiera ofrece un pequeño agujero para que éste respire. Estamos ante una pesadilla donde los seres humanos no son más que víctimas de expectativas ajenas, y acaban en un círculo vicioso donde todos son causa y consecuencia de una sociedad corrompida hasta las nauseas.

Y a pesar de ese constante sufrimiento, tiempo después de haber cerrado la última página, el lector es consciente de haber vivido una experiencia extraordinaria.

En términos literarios, la obra se podría definir como un thriller doméstico con tintes alegóricos, donde la protagonista sufre una evolución ‘kafkiana’ que incomoda al lector, pero que a la vez lo seduce y atrapa; y éste, curiosamente, acaba devorando sus pocas más de 200 páginas.

Editado por: Rata_
Prólogo: Gabi Martínez
Traducción: Sunme Yoon
Páginas223

 

 

13 Comments

  1. De piedra, así estoy, te leí ayer y aún sigo dándole vueltas a esta reseña.
    En primer lugar, creo que independientemente de las reseñas que existan de un libro, siempre es positivo conocer otras opiniones, lo bueno de la lectura es que cada persona aporta su punto de vista de forma que aunque se lea el mismo libro, en cierto modo, se tiene entre manos una historia diferente. Al fin y al cabo el momento, el bagaje, las ideas…etc afectan a la lectura.

    He leído, creo recordar, tres reseñas distintas de La Vegetariana y te aseguro que todas me han soprendido, por originialidad en el planteamiento, por el sentimiento que deja tras su lectura y por su inquietante ¿incertidumbre? Y es que esa, es la sensación que siempre tengo después de comentar con alguien este libro, me resulta inquietante todo lo que puede llegar a transmitir y si bien es cierto que todos tenéis ese punto en común sobre los temas que trata, cada persona lo experimenta de manera dintinta, así que eso me genera más nerviosismo. Y tú, precisamente no has contribuído a lo contrario. Estado tensa leyéndote ayer y releyendo ahora tus impresiones, y es genial poder trasnmitir eso, como un aviso de lo que nos vamos a encontrar, incomodidad, tensión, inquietud.

    Creo que pocas veces he estado tan nerviosa a la hora de enfrentarme a una lectura (y mira que el Cuento de la criada tiene tela) pero este en concreto, me mantiene alerta… Espero poder darle una oportunidad antes de fin de año (estaba en mi lista) , si comienzo la lectura prepárate para comentar xDD que voy a necesitar pasar el trance seguro!

    Sé que puede sonar repetitivo, pero de verdad Me ha gustado mucho tu manera de plasmar la reseña, en serio, es un placer leerte y pasar por este rinconcito siempre! ^^

    ¡Un besote John!

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    1. Hola Eibi!

      Estoy de acuerdo contigo, cada lector hace su lectura, pero hay veces que me es difícil aportar nada nuevo a lo que otros han dicho previamente. Pero al ser ésta una obra que “remueve” al lector y tiene tantas lecturas posibles que me decidí por compartir la mía también.

      Como bien dices, trata ciertos temas que al ser algunos tabú, otros complejos y otros inquietantes, pues cada opinión puede llegar a ser un mundo. Es por ello que he descrito la lectura de “La Vegetariana” como una experiencia, quizás incómoda pero también extraordinaria.

      Sabes que siempre estoy presto y dispuesto para hablar contigo sobre lo que sea, así que el día que te animes con el libro allí estaré esperando. 🙂

      Muchas gracias por todos los piropos, no sabes el inmenso placer que es tener lectoras como tú por aquí, multiplicas el valor de este rinconcito con tus comentarios.

      ¡Besotes!

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  2. John, me ha gustado un montón la entrada, haces un repaso estupendo de la novela. ¿Pero te puedes creer que la segunda parte es la que menos me interesó, y la tercera sí que me convenció? Es curioso. Sé lo que está haciendo Kang en esa segunda parte (o eso creo) pero no me impactó nada comparado con, por ejemplo, el comienzo o la belleza de su deseo de ser un árbol. Seguramente sea por el punto de vista. O tal vez que la erotización del sufrimiento de las mujeres en el arte me pone un poco mala. Tendría que releerlo para explicarme mejor, pero me pareció previsible. Para que veas que sí que es interesante el libro, ¿eh? Cada uno sacamos cosas distintas de él. Yo lo estoy recomendado un montón a gente muy distinta. Es como un pequeño fenómeno.
    ¡Muchos besos!

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    1. Te creo, te creo… y más después de leer tu razón principal para sentir cierta “aversión” hacia lo que a mí me fascinó, no en vano por eso defino la segunda parte como -entre otros muchos adjetivos- contradictoria y desafiante. Contradictoria por (intentar) despertar sensaciones contrapuestas y desafiante por cómo trata ciertos temas.

      Su deseo de ser árbol también es algo que me cautivó, lo interpreté como la única salida a una vida sin violencia, ya que la existencia humana está condenada a convivir con ella.

      Es una novela que juega muchísimo con la percepción del lector, y por eso tiene tantas lecturas y os agradezco tanto que os paséis por aquí a enriquecer la entrada.

      Por lo que muchas gracias por la visita Cris, de verdad,

      ¡Besos!

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  3. Me alegro de que compartieras tu visión sobre el libro porque nunca sobra y además es muy muy enriquecedora. Los matices que vas entresacando del libro, los temas que subyacen, aportan otra dimensión a la novela y reafirman el valor que tiene. Es evocador leerte y por supuesto crecen mis ganas de leer esta novela (un día sí y otro también siempre se me adelantan en la biblioteca y yo sigo a la espera…). Las enfermedades mentales o la violación son muy difíciles de encontrar retratadas en la literatura, así que cualquier obra que arroje luz es bienvenida. Cuando mencionas esa forma de escribir fría, tengo que reconocer que es mi favorita, porque, si es una buena escritora, esa aparente frialdad consigue crear unas emociones y provocar tal revolución al leerlo que parece que te bebes la historia.
    Es maravillosa esta reseña por los muchos temas en los que nos «obligas» a detenernos y lo bien que nos transmites todo lo que te removió al leerla.

    Espero «encerrarme» pronto en esta caja literaria y dejarme llevar por sus palabras.

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    1. Hola Emma,

      Al ser un libro con tantos matices, tan alegórica por momentos, que creí que podría dar mi opinión sin repetirme por completo a pesar de ser una novela tan comentada.

      Es cierto también que trata temas “peliagudos” con una frialdad triunfante. Y digo triunfante porque deja al espectador a solas con sus sentimientos, sin cómplices y sin entendimiento aparente. En ocasiones parece una crónica durísima.

      Muchísimas gracias por pasarte por aquí y comentar de forma tan dulce. Leerte siempre es un placer.

      Ya nos contarás qué tal una vez te encierres en la obra, yo espero ansioso tus impresiones.

      ¡Un beso!

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  4. ¡Hola!
    Estaba deseando sacar un hueco para sentarme con una infusión calentita y leer esta entrada.
    Coincido contigo en que la obra tiene un título muy llamativo y que ese título ha confundido a muchas personas. Es más, lo sé de primera mano, recomendé la novela a gente de mi entorno y pensaron que lo que pretendía es que dejaran de comer carne. A la hora de la verdad, en esta novela la elección de no comer carne queda en un segundo plano, sirve para explicar cómo la gente está llena de prejuicios.
    Uff, el marido… No tengo palabras para describir todo el odio que me floreció al conocerle. Aunque cuando conocí al cuñado, ese sentimiento de odio me pareció pequeño ya que lo odié a él aún más. Aunque coincido contigo en que el momento piel y flores ha sido un momento álgido.
    También coincido con tu descripción de la obra incómoda pero a la vez atrayente.
    He disfrutado mucho leyendo tu opinión porque esta vez sí he leído la novela de la que hablas y además coincidimos en muchos puntos.
    Un beso

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    1. Qué alegría ver como buscáis un hueco para leerme, ¡qué privilegiado soy!

      Yo también sentí repulsión por los personajes masculinos de la obra, ambos tienen comportamientos despreciables que incomodan muchísimo al lector.

      El momento de la piel y las flores me gusta por su perturbadora belleza, es una parte contradictoria donde cosas horribles son narradas con muchísima sensibilidad, y eso persnalmente me cautivó.

      No sabes qué feliz me haces al decir que disfrutas leyéndome, y más al saber que coincidimos tanto, además con un libro que despierta sensaciones tan dispares.

      ¡Muchas gracias por la visita! ¡Besos!

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      1. Gracias a ti. Me gusta de verdad tu blog.
        Como te considero una persona inteligente, te voy a decir una cosa que me dijo un jefe en el pasado: «Relee tu mensaje y llora» Disculpa que me tome tanta confianza…

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